Abstract
El plan anunciado el pasado fin de semana por los líderes europeos constituye un rescate en toda regla de todos aquellos bancos, aseguradoras, fondos de pensiones y otras instituciones financieras europeas cuyos balances estaban sufriendo sobremanera como consecuencia del incremento de los diferenciales de la deuda soberana griega, española y portuguesa en sus carteras. Tanto los bancos franceses como los alemanes estaban particularmente expuestos a los diferenciales de la deuda griega y el colapso de este país amenazaba con abrir un agujero en el sistema financiero europeo que hubiera podido llevar a una situación similar a la de otoño de 2008; de hecho, se empezaron a observar problemas de liquidez en el interbancario que recordaban lo vivido en aquel periodo aciago.
La reproducción de este artículo ha sido autorizada por los titulares de derechos a través de CEDRO (Spanish Reproduction Rights Centre), www.conlicencia.com.